
5 Mitos Sobre la Energía Hidroeléctrica Que Deberías Conocer
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La energía hidroeléctrica, aunque reconocida como una de las fuentes renovables más importantes del mundo, sigue siendo objeto de mitos y conceptos erróneos que pueden desinformar al público. Estos mitos, a menudo basados en percepciones desactualizadas, subestiman el impacto positivo que tiene esta tecnología en la transición hacia un modelo energético sostenible. A continuación, desmentimos cinco de los mitos más comunes sobre esta tecnología clave para un futuro más limpio y equilibrado:
Mito 1: "La energía hidroeléctrica no es renovable"
Falso. A diferencia de los combustibles fósiles, el agua utilizada en una central hidroeléctrica no se consume ni se contamina. Forma parte de un ciclo natural en el que se reutiliza constantemente, haciendo de esta fuente de energía limpia una de las más sostenibles disponibles. Las centrales hidroeléctricas aprovechan el flujo constante de los ríos y embalses para generar electricidad de manera confiable y sin emisiones significativas de carbono.
Como explica Morales (2024):
«El agua utilizada en una central hidroeléctrica regresa al sistema natural, manteniendo su disponibilidad a largo plazo y garantizando su sostenibilidad«.
Además, este tipo de generación energética contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), específicamente en términos de acceso universal a energía asequible, confiable y moderna.
Mito 2: "Las centrales hidroeléctricas dañan siempre el medio ambiente"
Si bien algunas represas mal planificadas pueden generar impactos negativos, las tecnologías modernas han cambiado esta realidad. Hoy en día, las centrales hidroeléctricas implementan medidas como la creación de corredores ecológicos, la reforestación de áreas afectadas y el monitoreo de ecosistemas para mitigar su impacto ambiental.
Por ejemplo, muchas represas modernas cuentan con pasos para peces que garantizan la migración de especies acuáticas, minimizando el impacto en la biodiversidad. También se están desarrollando sistemas avanzados de monitoreo ambiental que permiten detectar y mitigar problemas antes de que ocurran.
En el Perú, iniciativas como las de Horizon clean power han demostrado que es posible combinar la generación de electricidad con la conservación de la biodiversidad, logrando un equilibrio entre desarrollo energético y protección del entorno.
Mito 3: "Es una fuente de energía cara"
El costo inicial de construcción de una central hidroeléctrica puede ser elevado, pero a largo plazo, esta es una de las fuentes más económicas de generación de energía. Sus bajos costos de operación y mantenimiento, junto con una vida útil que puede superar los 50 años, la convierten en una inversión rentable.
Según el Banco Mundial, las hidroeléctricas tienen el menor costo nivelado de electricidad (LCOE) entre todas las fuentes renovables, lo que beneficia tanto a los consumidores como a los gobiernos al reducir las tarifas eléctricas. Además, las hidroeléctricas ayudan a estabilizar el mercado energético, evitando fluctuaciones extremas en los costos provocadas por la volatilidad de los combustibles fósiles.

Mito 4: "Solo funciona en países con grandes ríos"
Falso. Aunque las grandes centrales hidroeléctricas suelen estar ubicadas en ríos caudalosos, existen alternativas como las microcentrales hidroeléctricas, ideales para pequeños ríos y comunidades rurales. Estas soluciones están llevando energía renovable a zonas remotas donde otras tecnologías serían inviables, mejorando la calidad de vida de millones de personas.
En Perú, regiones de la sierra han comenzado a aprovechar estas microcentrales para electrificar comunidades aisladas, promoviendo un desarrollo sostenible. Estas instalaciones, además de ser eficientes, tienen un impacto ambiental mínimo y pueden ser gestionadas directamente por las comunidades beneficiadas, fomentando la independencia energética.
Mito 5: "Es una tecnología del pasado"
Nada más alejado de la realidad. La energía hidroeléctrica sigue evolucionando, integrando tecnologías como inteligencia artificial, almacenamiento por bombeo y sistemas de monitoreo remoto para aumentar su eficiencia y sostenibilidad. Estas innovaciones no solo mejoran el desempeño de las centrales existentes, sino que también abren nuevas oportunidades para su aplicación en regiones donde antes no era viable.
El almacenamiento por bombeo, por ejemplo, permite a las centrales hidroeléctricas actuar como grandes baterías, almacenando energía durante las horas de menor demanda y liberándola en los picos de consumo. Esto las convierte en un componente clave para estabilizar las redes eléctricas en sistemas basados en fuentes renovables como la solar y la eólica.